
El calendario religioso tradicional en las zonas rurales está íntimamente ligado al trabajo de la tierra, al ciclo agrario. Es así como el trigo debe sembrarse después del 3 de mayo, día de la Cruz. El 10 de agosto se le pide a San Lorenzo "traiga buenos vientos para el trigo". Durante su crecimiento se celebrarán novenas, fiestas de santos, se protegerá el trigo para San Bartolo, el 24 de agosto, con una rogativa o pequeña cruz colocada en la siembra, ya que esa noche "pasa el diablo y apolva el trigo".
Dentro de este abundante calendario religioso, el 4 de octubre, día de San Francisco, santo de la naturaleza, es la fecha más importante para los campesinos que cultivan el trigo.